Perla fue llevada al albergue por el servicio de recogida desde un polígono industrial. Tenía el cuerpo cubierto de pegamento y barro, pues la noche anterior había llovido, la piel no le respiraba y estuvimos más de dos horas intentando cortarle el pelo con el máximo cuidado posible y eliminarle los residuos. Aguantó como una campeona, pues sabía que lo hacíamos por su bien. Los siguientes días varios compañeros se desplazaron para acabar con los restos de pegamento y hoy por hoy está completamente recuperada y animada esperando su segunda oportunidad.
Perla recién llegada siendo atendida para eliminarle los restos de barro y pegamentos adheridos a su pelo.
Perla hoy por hoy libre del pegamento, alegre, contenta y cariñosa. |
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