Sufría una sarna horrible por todo el cuerpo y tenía parte de la espalda y patas ya completamente pelados más una costra gruesa que le picaba y le irritaba. Además estaba inmunodeprimido, delgado y hambriento. Éste chiquitín es otra víctima más de los caprichos y dejadez humanos. Por suerte, estos señores lo trajeron a la protectora en cuanto lo vieron con la esperanza de encontrar un adoptante digo para él.
Afortunadamente fue adoptado dos días después y actualmente está sano y ha recuperado todo su pelo, está mucho más regordete y ha perdido su miedo a las personas.
Sus dueños no querían que su historia cayese en el olvido, pues no todos los maltratados y desatendidos son perros y gatos, también las cobayas, hámsters, tortugas, hurones... son esclavos del cruel abandono.
0 comentarios:
Publicar un comentario