La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria producida por un protozoo que se llama Toxoplasma gondii. Puede afectar a todos los animales, sin excluir al hombre.
Sin embargo, sólo en el felino consigue completar su ciclo vital. El gato puede infectarse con el toxoplasma ingiriendo carne cruda.
Entonces, con las heces, emite las formas inmaduras del parásito, que no son capaces de infectar pero pueden hacerlo si permanecen madurando durante varios días en el entorno, y encuentran un adecuado sustrato de tierra y agua.
En caso contrario mueren rápidamente sin crear problemas.
Si una mujer que no esté embarazada enferma de toxoplasmosis y posee los
anticuerpos capaces de protegerla, a menudo la infección pasa inadvertida pero
permanecen los anticuerpos. Es diferente en el caso de embarazo.
Toxoplasmosis y embarazo
Es aconsejable que todas las mujeres gestantes realicen una
prueba para comprobar que no están inmunizadas contra el Toxoplasma. Una
infección anterior crea una inmunidad permanente, sin riesgo para el feto. Si
la futura madre no está inmunizada, aumenta la probabilidad de contraer esta
enfermedad, que no crea problemas pero que puede transmitirse al feto y
dañarlo. El riesgo de toxoplasmosis materna durante el embarazo es de
aproximadamente el 11%; el de transmisión al feto, del 33%, y un feto afectado
de cada diez desarrolla daños importantes.
Por este motivo, se han establecido en el ámbito europeo una
serie de recomendaciones para reducir notablemente el riesgo de contagio
durante el embarazo.
- No debe practicarse la jardinería en ningún caso.
- No hay que consumir carne cruda (carpaccio, steak tartar, etc.) No hay que probarla antes de cocinarla y hay que lavarse bien las manos después de tocarla.
- La carne debe cocinarse bien para eliminar posibles quistes del Toxoplasma.
- No deben consumirse embutidos, salchichas o jamón curado, a menos que hayan sido congelados a -20ºC bajo cero, así se destruyen posibles quistes del Toxoplasma.
- Hay que lavar bien la fruta y la verdura que vayan a consumirse crudas.
- El pescado crudo y los moluscos no contienen quistes del Toxoplasma (los moluscos no cocinados pueden ser portadores de enfermedades virales).
- Con respecto a los riesgos relacionados con el gato, basta con evitar el contacto con sus heces usando guantes para limpiar el arenero y alimentarlo con productos cocinados o industriales pasteurizados (comida de mascotas), incluso para mayor tanquilidad, su pareja puede encargarse de la limpieza hasta pasado el embarazo. ¡No hace falta alejar al gato de la casa durante el embarazo ni eliminar a estos animales! Los demás animales no son fuente de contagio (perros, roedores, caballos… etc).
De este modo los gatos son justamente exonerados, dado que
los científicos no los consideran un factor significativo de riesgo, sobre todo
si se habla del gato en casa. No obstante, si quiere estar plenamente
tranquilo, bastará con consultar con el veterinario para realizar una prueba
específica que permita valorar si el gato es portador de toxoplasmosis. Si,
como en casi todos los casos, está sano, no hay que dejarlo salir para evitar
que, al cazar pequeñas presas, pueda ingerir carne cruda o infectarse.
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