Este es Goffy, un cachorrito cruce de labrador juguetón y que quiere mucho a su dueña.
Lo adoptó en el Albergue de Animales y Plantas de Alicante, con tal mala suerte que se puso malito. Sandra, su dueña, lo llevó al veterinario en cuanto notó su falta de apetito, donde le aconsejaron que lo llevase al albergue para que le hicieran pruebas. Lo trasladó de inmediato, pues todo eran síntomas de que algo no iba bien...y al pobre Goffy lo tuvieron que ingresar. Resultó tener una infección por parásitos intestinales, le curaron y dieron muchos mimos y tras cuatro días, Sandra fue a recoger a su peque muy contenta y agradecida por solucionar aquel pequeño susto. Ahora Goffy está en casa curado y poniéndose gordito.
Gracias a Sandra, por ser un ejemplo y llevar a Goffy al primer síntoma extraño que viste. Gracias al albergue por cuidar de Goffy y de todos los peques y no tan peques que llegan enfermos y abandonados. Una vez más, gracias.