Días como éste nos hacen seguir manteniendo la esperanza.
Pipo que llevaba más de un año esperando a que alguien se enamorara de su mirada, de su carácter alegre y algo tímido.
Llegó con mucho miedo al albergue, con el tiempo se acercaba a las personas reptando y se ponía boca arriba para evitar que lo llevaran en brazos pero a pesar de todo eso, siempre buscó el contacto y cariño. Hoy en día Pipo ya prácticamente no tiene problemas, ha ganado mucha confianza.
Nos alegramos muchísimo de la adopción de este veterano y sólo deseamos que sea feliz. ¡Buena suerte, Pipo!
Pipo en el momento de su adopción.
*Adoptado.
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