26 de junio de 2011

Spike, el perro-gato





















Spike saltaba de todas partes, no le gustaba ninguna jaula, así que se iba. No se escapaba, no huía, simplemente no le gustaban las jaulas y se quedaba por el albergue paseando y saludando a todo el mundo que encontraba. No se lleva bien con otros perros, no quería compartir nada con nadie... hasta que un día entró a la gatera y desde entonces allí permanece. Le encantan las personas, acude con la cabeza gacha y moviendo la cola contento, observa al resto de sus compañeros desde el otro lado de la valla, pero prefiere quedarse entre los gatos. Es por eso por lo que cariñosamente le llamamos Spike, el perro-gato.


*Adoptado.

1 comentarios:

Anónimo dijo... [Responder]

guapo!!!!!!!!!


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